Por José Suarez
Se dice que la unión hace la fuerza y el día de ayer vimos un gran e inesperado ejemplo de cómo se pueden mover las piezas del ajedrez utilizando creatividad para llevar el juego a jaque.
En días pasados, Justin Trudeau, primer ministro canadiense visitó la Casa Blanca con varios temas en la relación bilateral con Estados Unidos. Uno de ellos era el arancel que Boeing exige que se aplique a los aviones Bombardier C-Series que consiste en un impuesto de prácticamente el 300%, argumentando los subsidios que ha recibido Bombardier del gobierno canadiense para su desarrollo; no existiría este tema si Delta no hubiera adquirido en abril de 2016 75 de estos aviones a un «precio ridículamente bajo».
Delta por su parte, ha comentado que no pagará dicho impuesto y que Boeing no es un competidor para el C-Series de Bombardier, avión que se encuentra en el nicho de los 100-150 asientos en el que Boeing dejó de competir cuando dejó de fabricar el Boeing 717 hace más de una década y ¡Es más, Boeing ni siquiera participó con un producto suyo en la licitación de Delta! ¿Por qué les importa tanto? Quizá porque Delta es el mayor operador en el mundo del ya extinto 717.
Por otro lado, Delta es un cliente ancla para Bombardier, por este motivo les dio un precio tan competitivo que la segunda opción, propuesta por Boeing, era comprar aviones Embraer E190 usados irónicamente de Air Canada. ¿Cuál ha sido la solución? Yo diría que la que menos nos esperábamos.
Airbus adquirió ayer el 50.01% de CSeries Aircraft Limited Partnership con lo que una de las líneas de ensamble del C-Series estará justamente en Alabama, donde se fabricarán los aviones para aerolíneas estadounidenses. Ésto sin perder la producción actual en la provincia de Québec, Canadá.
Airbus además creará una cadena de valor con su experiencia en ventas, además de suministros para refacciones y adiestramiento. De acuerdo a pronósticos, el mercado de aviones de un solo pasillo será el que más va a crecer en el mundo (70% de las entregas a nivel mundial serán de este tipo de aviones) y con Bombardier incursionando en un nuevo mercado enfocado a las aerolíneas troncales, ha encontrado un aliado que de no serlo, hubiera sido un importante competidor. En más de una ocasión me han comentado en Airbus que toman muy en serio en los nuevos competidores como Bombardier.
¿Cuál será la nueva postura de Boeing? Airbus ya tiene acciones también en el fabricante de aviones turboprop ATR mientras que de Boeing el único acuerdo parecido es el que firmó con Mitsubishi durante Paris Air Show de 2011 para brindar soporte a los clientes del japonés MRJ; avión que aún esta muy demorado y que durante sus vuelos de prueba le han encontrado varios errores que lo han atrasado aún más. Quizá los japoneses son muy perfeccionistas.
El mercado que ya nadie quería voltear a ver, con acciones como la de ayer, se vuelve clave y nos hace preguntarnos si Boeing revivirá el proyecto del B717, o desarrollará una versión económica y más pequeña del B737; de acuerdo a Embraer, el mercado de 70 a 130 asientos necesitará 6400 nuevos aviones (690 en la región de América Latina) en los próximos 20 años.
Los que hemos tenido la oportunidad de conocer el Bombardier C-Series, podemos afirmar que se trata de una aeronave innovadora en el mercado, una aeronave concebida desde cero y qué tenia problemas para colocarse en el mercado; sin lugar a dudas el gobierno de Estados Unidos va a pensar dos veces antes de colocar un impuesto tan alto a una aeronave que será también ensamblada en su país, generando los tan prometidos empleos.