Una nueva nave espacial Soyuz está siendo preparada para una misión tripulada a la Estación Espacial Internacional (EEI) programada en otoño de este año.
Actualmente, esta nave espacial rusa es la única que transporta personas y suministros desde la Tierra hacia la EEI.
En un primer momento, el contrato de la NASA para la construcción de naves tripuladas se había concedido a las compañías estadounidenses Boeing y SpaceX en 2014. Sin embargo, la NASA no espera que ninguno de sus contratistas comerciales de la tripulación Boeing y SpaceX empiece a enviar misiones totalmente operacionales a la Estación Espacial Internacional sino hasta 2019.
Debido a acumulados retrasos y dificultades técnicas encontradas en la capsula Dragon de SpaceX, como en la Starliner de Boeing. La NASA ha tenido que firmar un acuerdo con Boeing que da a la agencia espacial el acceso de hasta cinco asientos adicionales en la nave rusa, que incluyen tres lugares en 2019. Esto, sin duda, proporciona una “red de seguridad” para la NASA, teniendo más opciones ante el retraso de la entrada en servicio de la Starliner y de la Crew Dragon, garantizando así el acceso a la EEI.
Recordemos que Boeing se encontró en posesión de estas cinco plazas en futuras cápsulas Soyuz, como parte de un acuerdo dentro de la disputa legal tras la liquidación de la empresa Sea Launch (la plataforma flotante de lanzamiento de cohetes en el Ecuador) de la cual Boeing era inversionista. Tras la separación de las empresas que conformaban Sea Launch, Boeing recibió estos incentivos como compensación en un acuerdo separado con la empresa rusa Energia, fabricante de la nave espacial Soyuz y poseedora de los derechos legales para vender los asientos y servicios asociados.
Fue acertado asegurar la accesibilidad a la EEI y quitar cierta presión en el programa;, dijo James Bagian, miembro de la NASA Aerospace Safety Advisory
Panel, durante una reunión del 23 de febrero del panel En el Centro Espacial Kennedy, aludiendo al acuerdo con Boeing. "Si bien queremos que la tripulación comercial continúe con toda la prisa, no queremos que el horario tenga presiones innecesarias que podrían comprometer la seguridad.
El contrato firmado entre ambas compañías asciende a 373 millones de dólares, es decir, un promedio de $ 74.7 millones por asiento y se utilizará para enviar astronautas estadounidenses a la Estación, y de esta manera, continuar con las investigaciones sobre el sector espacial.