La emoción por tomar el mando de un avión a nivel profesional te impulsa, pero ¿qué pasa cuando por fin llega ese día y se convierte en tu estilo de vida?
¡Conoce a continuación las 10 cosas que nunca te han dicho sobre ser un piloto!
- Tienes que estudiar mucho
Al contrario de lo que muchas personas piensan, esta es una carrera en la que deberás estudiar constantemente. Cada año, en el mejor de los casos, presentarás exámenes que pondrán a prueba tus habilidades en el simulador. ¡Nunca dejas de estudiar!
- Sientes que no es lo tuyo
Cuando eres piloto tienes muchos momentos que pueden frustrarte, piensas que a lo mejor no naciste para volar. Esto es completamente normal, todos tenemos altibajos en esta carrera y mientras persistas y pongas mucha pasión en ella aprenderás a corregir errores y dejar los malos momentos atrás. Recuerda que en la aviación siempre hay que estar un paso adelante.
- Madrugas o pasas noches sin dormir
Tienes diferentes horarios en los que debes despertarte tempranísimo como a las dos de la mañana, por ejemplo, e incluso hay días en donde no duermes. Si no eres disciplinado este ritmo de vida te empezará a costarte las noches sin dormir y las levantadas tan temprano. ¡Trata de descansar cuando debes y no mal pasarte!
- Te cansas… ¡mucho!
Tu cuerpo sufre cambios de presión entre una y seis veces durante el día, esto hace que te sientas más cansado de lo normal. Hay días en los que llegas tan cansado a tu casa u hotel que no quieres saber de nada, ni de nadie, solo dormir. ¿Preferirías dormir un poco más en vez de volar?
- Extrañas tu casa
A pesar de estar en buenos hoteles, existen días en que cambiarías el room service o una maravillosa vista al mar por un desayuno con tu familia o el poder llevar a tus niños a la escuela.
- Tus amigos te dejan de invitar a fiestas
¡Es real! Después de que les digas que no vas a estar en la ciudad unas cuantas veces ellos seguirán su vida de fin de semana y en algún momento dejarán de invitarte. No quiere decir que se haya perdido la amistad, sino que no has estado tan presente.
- Aprendes a comer rápido y frío
Conoces mejor que nadie el menú de los restaurantes en los aeropuertos. Descubrirás las delicias típicas de cada uno de ellos como las burritas en Puerto Vallarta o los tacos de carne asada en Hermosillo. Poco a poco empezarás a saborear la comida del food court que ordenaste para llevar y poder comértela al nivelar -por lo general fría- una hora o más después de haberla pedido.
- Tu pareja te dirá que no tienes tiempo para ella
¡Sí! tus días libres en casa tendrás que dedicarlos a la vida en pareja, pero también en ir al banco y ver a tu familia; quizá ir a recoger tu auto del servicio, entre otras muchas cosas. Tu pareja deberá aprender a vivir con tus horarios, tus reservas y los cambios improvistos de plan. Eso sí, andar con un piloto tiene lo suyo.
- No irás a todas las bodas de tus amigos, ni pasarás todas las navidades en casa
En más de una navidad no estás en casa y tienes que aprender a celebrar en otra ciudad, o simular junto con tus seres queridos esta importante fecha otro día. Esto mismo pasa con días importantes – compromisos, bodas, cumpleaños, etc.-, pero… ¡no te desanimes! Aunque habrá algunas celebraciones en las que te toque estar muy lejos, si lo agendas con anticipación podrás estar presente.
- No lo vas a poder dejar
Aun conociendo los nueve puntos anteriores, no cambiarás por nada esa sensación de ver las nubes, de recorrer kilómetros de cielo y de tener en tus manos el mando de un avión para poderlo despegar y aterrizar. Te harás adicto a esas cargas de adrenalina cuando tienes mal clima y harás de cada vuelo una experiencia única.
Por José Suárez V.