¿Afecta la radiación espacial al transporte aéreo?

Millones de personas que viajan diariamente en aviones, especialmente aquellos que lo hacen en trayectos largos, enfrentan un riesgo ante la exposición de radiación en las partículas del espacio.

La Universidad de Colorado en Boulder, Estados Unidos, revela que en los próximos años, la exposición de radiación espacial a la que son expuestos los pasajeros y tripulación de vuelos largos aumentará cada vez más. Incluso, es tan potente que equivale a la que se recibe cuando una persona se toma una placa toráxica de rayos X.

Delores Knipp, en su estudio, indica que además de las preocupaciones que experimentan los pasajeros al hacer un viaje por medio aéreo, ahora tendrán que preocuparse de que la radiación proveniente del espacio, no modifique ni altere su ADN ni el funcionamiento de sus células.

Debido a que en la próxima década se anticipa que disminuirá la actividad solar, el problema aumentará ya que estas partículas en el espacio llegarán más cerca de la tierra sin ser desviadas por el sol o por el viento solar. Pilotos estadounidenses están sumamente preocupados como para asistir a conferencias sobre el clima espacial.

Knipp usó investigaciones previamente realizadas por la NASA, así como mediciones hechas por globos aerostáticos sobre la radiación que llega a la Tierra y modelos desarrollados por computadoras, para determinar que cuando las partículas espaciales entran al avión crean una “lluvia de partículas” con alta energía.

Estas investigaciones comenzaron cuando el inminente inicio del llamado ciclo solar minino, que dura aproximadamente 22 años, los rayos cósmicos han logrado penetrar el interior de las aeronaves.

“En el futuro cercano, los científicos necesitan transformar el conocimiento que hemos obtenido en medidas estandarizadas y prácticas para evaluar el impacto en la salud a largo plazo en tripulantes y pasajeros”, puntualiza la investigadora.

Finalmente, este estudio predice que las aerolíneas deberán prepararse para este problema que, incluso, podría eventualmente modificar las rutas o cancelar algunos de los 100,000 vuelos diarios en todo el mundo para evitar una sobreexposición a esta radiación.